- Las soluciones se adaptan a la realidad de cada estudiante y a la situación en la que se encuentren los establecimientos educacionales a los que han sido asignados.
En el marco de la emergencia sanitaria la Facultad de Educación, a través de la Coordinación General de Prácticas y con la participación de las secciones de Práctica Profesional, desarrollaron una propuesta que permitirá a los y las estudiantes avanzar en esta etapa formativa.
Dicho proceso se adapta al contexto de flexibilidad y reajuste curricular para los y las estudiantes que inscribieron sus prácticas profesionales en el primer semestre del año 2020, y que busca beneficiar a todas las partes involucradas, sin retrasar el año académico.
“La Coordinación de Prácticas de nuestra Facultad comenzó a tener contacto con los establecimientos educacionales desde el primer momento en que se cancelaron las clases, para confirmar cupos para nuestros estudiantes. De esta forma, y pese a la situación compleja del sistema educativo, hemos podido ir gradualmente encontrando centros y profesores dispuestos a recibir practicantes” mencionó la Vicedecana, Dra. Carla Barría
Para este propósito se realizaron esfuerzos desde la Coordinadora General de Prácticas, quienes idearon los planes de acción y reajuste a más de un mes de canceladas las clases en colegios y liceos del país, y que de forma mancomunada trabajaron en base a las posturas de la comunidad. En este ejercicio participó todo el equipo, con la fuerte colaboración de los profesores Mauricio Gamboa, Robinson Dinamarca y la profesora Sonia Cuevas, quien comenta que “ha sido un trabajo colaborativo y complejo, pero grato en torno a la búsqueda de soluciones por parte de las secciones y al que hay que adaptarse”.
“El inicio de las prácticas profesionales en el contexto actual significó un tremendo desafío. Si bien cada semestre instalamos aproximadamente a 1300 estudiantes en el sistema —lo que hace de este un proceso complejo y demandante—, esta vez lo fue con creces. Por una parte, contábamos con más incertidumbres y dudas, y por otra nos habíamos propuesto sacar adelante a nuestros estudiantes que están en su etapa final, en el entendido de que el panorama no iba a mejorar y había que transformar el contexto en una oportunidad de aprendizaje” dijo la profesora Rosse Marie Vallejos.
La compleja situación del sistema
En una primera instancia, se les propuso a los estudiantes dos alternativas: la primera consistía en desinscribir la práctica profesional, y la segunda fue la de mantenerla y ofrecer un plan de trabajo especial que se adecuara a los requerimientos del sistema escolar actual y permitiera responder a los resultados de aprendizaje correspondientes a esta etapa formativa.
“Este plan de trabajo especial significó activar varias instancias de trabajo entre la coordinación y los encargados de práctica de cada carrera, las distintas secciones que participan del proceso y, por cierto, nuestro agente más importante: el sistema escolar”, aseveró la profesora Vallejos.
En este sentido, desde el Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur, ente gubernamental que ha estado presente durante el proceso de reajuste de prácticas de la Facultad, aseguran que el proceso ha sido lento y complejo, pero que está funcionado adecuadamente:
“Ha sido muy difícil adaptarse a esta nueva realidad educativa (…) hemos estado trabajado arduamente desde el pasado octubre del año 2019, y ahora, con este nuevo escenario todo se ha complejizado aún más. Sin embargo, la Facultad de Educación no ha parado de tener contacto con nosotros, y se han mostrado muy preocupados y comprometidos en encontrar soluciones y buscar profesores mentores en el contexto de las clases virtuales”.
Soluciones para cada realidad
El nuevo plan de la propuesta de solución para Prácticas Profesionales contempla una serie de variables, llamadas “trayectorias”, que los estudiantes podrán tomar de acuerdo con la situación en la que se encuentren los establecimientos educacionales a los que han sido asignados.
Este nuevo sistema de prácticas fue ratificado y aprobado por los estudiantes de nuestra Facultad, quienes participaron activamente del proceso junto a sus profesores y profesoras.
“Hay que adaptarnos para que las prácticas sean desarrolladas de manera cabal e íntegra, no solamente para nosotros, sino también para los estudiantes, porque son ellos los que tienen que recibir un aprendizaje y una educación óptima de acuerdo a la realidad actual” dijo Waldo Lorca, estudiante de Pedagogía en Español.