El seminario de autocuidado de la carrera de Educación Parvularia se enmarca en las actividades similares instauradas hace cinco años. Las cuales han tenido como primer objetivo la autogestión por parte de las estudiantes, ya que ellas escogen a los profesionales y los temas que quieren abordar.
El evento tuvo lugar en el Auditorio de la Facultad de Educación el 18 de octubre desde las 15.00 horas y la invitada a exponer sobre la temática de autocuidado, higiene del sueño y estrés; fue Astrid Hecker Arriagada, egresada de la Universidad de Concepción, profesora de filosofía, psicóloga UNIACC, especialista en terapia sistémica breve y terapeuta EMDR.
La profesora Mónica Muñoz, de Educación Parvularia, señaló que, “este seminario es super relevante porque surge del interés de las alumnas y se realiza cada año por las asignaturas de prácticas progresivas desde primero hasta quinto de la carrera. Cada grupo se hace cargo de un eje temático que justamente le provoca interés y en esta ocasión está relacionado al autocuidado que debe tener un profesional de la educación. Lo cual es un poco para responder a las necesidades y requerimientos de los niños de hoy, que son más diversas y que requieren más de nuestra atención”.
Las personas que han sido contactadas cada año tienen estudios y especialidades en el área de interés, para así entregar estrategias y herramientas a los educadores, y las estudiantes estar en la mejor condición para enseñar a los párvulos. Además, la asistencia al seminario es una práctica obligatoria para todos los cursos y junto a los profesores de cada asignatura.
“En general nosotros les pedimos un informe con lo que ellas vivenciaron de la actividad, para así apropiarse y apoderarse de lo que esta instancia significa. Además, creo que el impacto es primero de gestión en organizar, segundo otras habilidades blandas como ponerse de acuerdo, coordinarse, comunicarse con otras profesionales, entre ellas y finalmente impactar con mejores herramientas en la práctica continua que ellas realizan desde primero a quinto año”, comentó Mónica Muñoz .
Astrid Hecker Arriagada habló sobre la importancia y necesidad del autocuidado pidiendo también opiniones del público asistente. “El autocuidado tiene que ver con estar conscientes de uno mismo. En el caso de ser educador de párvulo, no es cualquier cosa trabajar con niños, requiere que estén siempre presentes, en cuerpo como parte física, emocional e intelectual, que no sólo tengan conocimiento, sino también cuidado integral de los niños”, señaló la expositora.
Ella continuó de que siempre se actúa enfocado hacia afuera y se olvida que el autocuidado es hacia dentro de uno mismo. Además, es fundamental en el trabajo con personas, “uno está frente a alguien que requiere toda la atención y empatía, tengo que saber cómo conocer a esa persona, lo que le gusta, sobre familia, que le está pasando y cosas físicas que también hay que interpretarlas”.
Pero primero que todo, puntualizó que hay que tener empatía con uno mismo, “el autoconocimiento de saber nuestro límite, porque cada persona es distinta y hay que conocerse, explorarse para decir hasta donde se puede aguantar, que cosas no y cuales sí”, comentó.
Los temas dentro del autocuidado son variados, y dentro del seminario fueron dos los elegidos; higiene del sueño y estrés, ya que ambas están muy relacionadas. “El como uno duerme afecta en el estrés, también en estos días se habla mucho de la vida saludable, del comer bien, hacer ejercicio, pero no del dormir bien, y generalmente las personas no sabemos cómo estamos durmiendo”, indicó.
Cada cual sabe que descansa una cierta cantidad de horas, pero no se está consciente de los procesos que suceden cuando se duerme. El sueño es contrario a vigilia, al estar en reposo del cuerpo el nivel fisiológico baja junto con la respiración, la circulación sanguínea y hay muy poca atención a estímulos de afuera, fue parte de lo que habló Astrid.
“Dormir es vital, no podemos estar sin dormir y pasan cosas malas si uno no lo hace. En primer lugar, cuando uno duerme se restaura el cuerpo en muchos sentidos, las funciones cognitivas, la concentración, la capacidad de almacenar información, se limpia memoria para almacenar más conocimiento, se desintoxica el cuerpo y se eliminan células muertas”, señaló.
Por el contrario, si no se descansa lo necesario, al día siguiente la persona se puede sentir agotada, ya que no se produjeron todos los procesos de sueño correctamente. “Si dormimos mal, al otro día uno siente el malestar y en las emociones también. El sueño perdido no se recupera, uno tiene que hacer ese proceso de limpieza, de recuperación, de relajo porque sino uno queda con cansancio”, recalcó Astrid.
La importancia de dormir consciente reduce el estrés, la ansiedad, promueve el buen ánimo, desempeño y el pensar mejor, lo cual es elemental para cualquier educador. Fue lo que la expositora Astrid Hecker Arriagada quiso compartir con las estudiantes de Educación Parvularia en el Seminario de autocuidado para sus prácticas docentes.