FUENTE: Noticias UdeC
Estudiantes han sentido la satisfacción de volver al campus, reencontrarse e interactuar con sus pares y profesores, sin la mediación de una pantalla.
Al igual como ha venido ocurriendo con otras facultades de la UdeC, la de Educación inició el retorno paulatino a sus clases presenciales, tras el cierre de las actividades dentro del Campus por efecto de la pandemia.
Las clases se han organizado priorizando actividades prácticas y respetando los protocolos sanitarios del Ministerio de Salud y del Comité de Crisis de la Universidad, considerando también la opinión de docentes y alumnos.
El decano de Educación, Óscar Nail Kröyer, cuenta que se generó un plan participativo de consulta a directores de departamento -que son las unidades responsables de las asignaturas- y a los profesores, a través de una encuesta, para saber quiénes estaban en condiciones de avanzar a la presencialidad híbrida.
“También hemos realizado reuniones del Consejo Ampliado Triestamental (CAT), donde participan al menos dos representantes por cada una de las 14 carreras, recogiendo sus opiniones y disposición a este retorno”.
En esta primera etapa de retorno, la Facultad se ha centrado en las asignaturas prácticas de deportes en Educación Física -que se realizan en espacios abiertos o gimnasios- y de final de carrera en el área de ciencias.
Asimismo, se han realizado encuestas dentro del sistema escolar, con el fin de saber si existen colegios preparados para recibir alumnos y alumnas en prácticas finales de manera presencial. “En este momento estamos en organización de esta modalidad de práctica”, explica el Dr. Nail.
Por otro lado, agrega que cada jefe de carrera en conjunto con sus estudiantes está entregando un plan de avance para la presencialidad, identificando las clases y actividades -como seminarios de título o reuniones con alumnos- que potencialmente se podrían realizar considerando los aforos permitidos.
“Nuestra idea es reunirnos con el CAT mes a mes, para monitorear esto y ver los avances efectivos”, señala el académico.
Los alumnos y alumnas han sentido la satisfacción de volver al campus y sus aulas, rencontrarse e interactuar con sus pares y profesores sin la mediación de una pantalla.
“Me emociona estar con mis compañeros y opinar con toda libertad en la sala de clases sin tener que estar activando o apagando el micrófono, me entretiene esto de poder conversar tranquilamente”, dice Aracely Delgado Ramognini, alumna de cuarto de Pedagogía en Matemática, quien se prepara para su práctica profesional.
La joven, que asiste a la clase de Práctica Avanzada, reconoce que el trabajo a distancia en matemática es complejo, porque es una asignatura que a la mayoría no le gusta.
“Explicar a una persona que no podemos ver -porque ningún estudiante prende la cámara- es mucho más complicado: se pierden gestos que ayudan a saber si está entendiendo y a veces ni siquiera quieren responder. Es complicado saber si entendió con solo preguntarle”, comenta.
Para Emilia Vergara Orellana, alumna de Pedagogía en Educación Física, este regreso era absolutamente necesario, tanto para la salud mental de las y los jóvenes como para los procesos de aprendizaje.
“Se sabe que es complicado aprender vía virtual y no es igual de efectivo que estar acá”, cuenta. Para ella es motivante volver a tener actividades en las que puede ver a sus compañeros, “sentir la energía de ellos, compartir, tirar la talla: cosas simples que la pandemia nos quitó un poco”.
Volver a las aulas ha significado reanudar actividades prácticas que estuvieron suspendidas por el confinamiento y que son imprescindibles en la formación de los futuros profesores de Educación Física.
Joaquín Tejada Vera, estudiante de quinto año de la carrera, reconoce que le hacían falta las prácticas de deporte e interactuar con más gente, por eso está contento con el regreso a las clases presenciales.
“Ha sido grato, porque han sido casi dos años completamente parado (sin actividades prácticas); se necesitaba esta interacción. La pandemia nos ha limitado bastante y nuestra carrera necesita mucho de este trabajo presencial. Extrañaba este ambiente (…) es diferente a estar sentado, a estar con el profesor y junto con los compañeros. Aprender moviéndome es algo que me llena bastante”, asevera el joven.
Los profesores
También ha sido gratificante para los académicos restablecer el contacto directo con los alumnos después de casi dos años de trabajo a distancia.
Lo que más destaca el docente del Departamento de Educación Física, Juan Morales Rojas, es la motivación que han mostrado los estudiantes.
“Llevamos más de un mes de clases y la asistencia ha sido muy buena; se notaba que hacía falta la clase presencial. Creo que en Educación Física las clases deben ser fundamentalmente presenciales”, afirma.
“La actitud de alumnos y alumnas ha sido muy buena; igual que su comportamiento y las ganas de trabajar; se hace fácil cuando existe esa actitud de parte de los jóvenes”, agrega el académico, quien a su vez resalta la importancia de volver a las prácticas, después de un confinamiento que -dice- ha producido efectos a nivel físico y mental en los estudiantes.
En esta jornada, el académico estaba a cargo de una clase de iniciación al básquetbol que se impartía en paralelo a una de hándbol.
Más adelante, los jóvenes continuarán completando talleres en otras disciplinas. “De a poco vamos retomando nuestras actividades presenciales; creo que todos estábamos esperando la oportunidad de salir y de encontrarnos en el gimnasio”, señala.
Aulas híbridas
El desafío de manejar una clase desde un aula híbrida no solo alcanza a los docentes universitarios. Los estudiantes que se aprestan a entrar al mundo de la enseñanza también están forzados a prepararse en este ámbito.
Por eso, a juicio del jefe de carrera de pedagogía en Matemática, Eugenio Chandía Muñoz, era importante que las y los alumnos participaran en clases en aulas híbridas.
Este jueves, los estudiantes asistían a los ramos de Práctica Avanzada y de Diseño, “dos asignaturas de carácter híbrido o semipresencial, porque son clases que están en el octavo semestre y son sumamente importantes para los estudiantes que el próximo año van a enfrentar este mismo proceso de clase de híbridas y mixtas en los establecimientos (de práctica profesional)”.
“Los estudiantes que van a entrar a la práctica profesional tienen que vivir la experiencia y es por eso que establecemos estas dos asignaturas; si no se vive la experiencia, podrían tener muchas dificultades para desenvolverse en un proceso mixto o híbrido, que ya están viviendo los establecimientos (del sistema educacional) desde el primer semestre”, indica.