Fuente: Dirección de Postgrado
Cristián Contreras es un profesor poseedor de una gran vocación y pasión por enseñar, cualidades que lo han ayudado a seguir adelante, incluso cuando tuvo que trabajar sin sueldo durante 7 meses, luego de que muriera la sostenedora del colegio Santo Domingo en Hualqui, noticia que se difundió ampliamente a través de los medios de comunicación y redes sociales. Hoy, Cristián trabaja en la Escuela Ranguel G-602 de Hualqui y está becado en el programa de Magister de Didáctica de la Matemática en Educación Básica de la Universidad de Concepción. En una entrevista en la Dirección de Postgrado de la casa de estudios, recordó su trayectoria y los intereses que lo motivan a seguir perfeccionándose profesionalmente.
El profesor Cristián Contreras es uno de los 13 estudiantes de segundo año del programa de Magíster de Didáctica de la Matemática en Educación Básica de la UdeC, pero a diferencia de sus compañeros, es conocido por varios hitos que se han hecho públicos y marcaron su carrera, sin embargo no siempre tuvo la idea clara de dedicarse por entero a esta profesión. Desde que salió del colegio se dedicó a la contabilidad, y su primer trabajo lo desarrolló durante 8 meses en el colegio Pinares de Chiguayante, labor que lo llevo a darse cuenta de sus verdaderos intereses. “Todo lo que vi en ese colegio me llamó la atención, viendo trabajar a sus profesores, me di cuenta de que la contabilidad no era lo que quería para mí. Conversé con mi jefe y me dijo que por el horario era difícil que yo me dedicara a estudiar y me pidió que me centrara en una cosa, entonces decidí dejar ese trabajo y buscar otro para poder compatibilizar los tiempos con mis estudios”, señaló el educador.
Esta primera experiencia en el mundo laboral como contador, no sólo lo llevo a descubrir su verdadera vocación, también lo ayudó a definir su paso como educador en colegios rurales de la zona: “Cuando entré a pedagogía me di cuenta que quería ejercer en una escuela rural. Recién egresado trabajé en el Colegio Santo Domingo, y recordé todas las experiencias que comentaban los profesores que conocí, sobre las dificultades de trabajar en el campo”.
En su primer trabajo como profesor, relató que le llamó la atención el esfuerzo de los alumnos en clases, independiente de la escases de recursos y las situaciones familiares de cada niño: “Cuando llegue me di cuenta que no era como me lo imaginaba, el colegio era una casa de dos pisos, arriba vivía la sostenedora y abajo había una sala, una pieza y una oficina. Los recursos eran escasos así que tuve que hacer de todo, hasta consejero de los niños y para hacerlo recurrí a los libros. También me llamó la atención el sacrificio que hacían para asistir a clases, recuerdo que tuve 11 alumnos y casi todos caminaban largas distancias para llegar al colegio, que era el único del sector”.
Desde que llegó al colegio trabajó con los niños para mejorar y superar sus falencias, esfuerzo que se vio reflejado en los resultados del Simce. “Comencé a trabajar y a enseñarles, y en el Simce del 2010 sacamos un gran puntaje. Un supervisor del Mineduc fue a ver la clase de matemáticas, ahí le mostré varios elementos que creamos para que el aprendizaje fuera más fácil, entre ellas las revistas que hicimos, abanicos con palos de coligüe y otros materiales que confeccionamos para aprender porque ahí no habían computadores. Entonces, él me contó que era el Jefe Provincial de Educación de la época, y que tenía que presentarme en Concepción para contar mi experiencia a otros profesionales”, señaló acerca de uno de los primeros reconocimientos de su trabajo.
La originalidad, esfuerzo y creatividad en su trabajo se hicieron notar logrando grandes resultados en el Colegio Santo Domingo. Sin embargo, el 2013 la sostenedora de este establecimiento falleció, por lo que el docente no pudo seguir cobrando su remuneración. A pesar de esto, Contreras siguió educando a los alumnos. “Trabajé de noviembre a abril sin sueldo. Luego de que esto se mostrará en los medios de comunicación me ofrecieron otro trabajo, pero lo que más feliz me hizo fue que no abandonaron a los niños y los trasladaron a otro colegio, además el Ministerio de Educación les pagó un furgón para llevarlos a clases”.
Este hito lo llevó a ser conocido en los medios, y los que fueron sus alumnos lo postularon al concurso del Día del Trabajador del 2015, en el que el ex empresario y filántropo Leonardo Farkas, entregó un premio de 5 millones de pesos a 10 trabajadores destacados del país, entre ellos el docente. “Es casi una anécdota, no me la esperaba. Después del cierre de la Escuela Santo Domingo, estuve un año esperando que se normalizara mi sueldo que estaba retenido en el banco y un día llegaron los canales de televisión a entrevistarme y me dijeron que estaba postulando a un premio. Al principio no lo creí, pero luego me llamaron el primero de mayo en la mañana y me dijeron que era uno de los ganadores”, comentó.
Si bien su historia es interesante, Cristián está convencido de que debe seguir perfeccionándose para entregar una mejor educación y lograr un mayor aprendizaje en sus alumnos, razón que lo llevó a la búsqueda de un postgrado: “quiero actualizar mis estrategias para educar, enseñar en un colegio rural no es excusa para no hacerlo. Además, sé que educar allá no es para toda la vida, pero lo que más me motiva, es entregar una buena calidad de educación dentro del aula, y estar preparado para otros desafíos”.
La directora del programa de Magíster de la Matemática en Educación Básica, María Elsa Del Valle Leo señaló que tenían un gran interés en que el profesor de Hualqui fuera alumno del programa, es por esto que la Facultad de Educación en la persona de su Decano, le entregó una beca para especializarse. “Uno de nuestros objetivos era que Cristian estudiara con nosotros, ya que él tiene una gran vocación que demuestra de una manera muy fuerte y no queríamos perderlo, así que hicimos lo necesario y en beneficio de su mérito profesional le asignamos una beca”, señaló la Doctora, que además comentó que su crecimiento en términos intelectuales, ha sido notable.
Para Cristian esta es una oportunidad en la que además de aprender, encuentra una guía para desarrollarse de mejor manera en el aula: “En el magíster uno se da cuenta realmente de lo que le falta por aprender, los profesores te van diciendo tus falencias y como mejorarlas, en mi caso me orientaron”. El docente señaló que lo que ha aprendido en el programa lo ha ayudado a profundizar el aprendizaje en los alumnos: “Todas las estrategias que voy aprendiendo se las enseño a los niños en la sala, claro que no en la misma medida que en el magíster. Antes les enseñaba sólo las técnicas, pero cuando ellos aprenden estrategias, pueden ir haciéndose cargo de su propia educación, porque van entendiendo el contexto de una materia específica, en este caso la matemática”.
Frente a esto, la directora del programa, destacó el carácter empírico del magíster el que esta relacionándose constantemente con distintos colegios de Concepción: “En esta especialización nosotros tenemos un vínculo permanente con la escuela, todas las semanas estamos en algún lugar, en una sala de clases, que es ahí donde se crece. De repente uno se enfrenta con la realidad y tiene que reconocerla para poder unir todas las teorías en las que se amplía el hecho de enseñar matemáticas”.