El inicio de la vida laboral, los sacrificios, el reflejo de las competencias aprendidas en la formación docente, son algunas de las relevantes características de un egresado de la Universidad de Concepción. Elegir educar en situación adversas y lograr ser aceptada junto a alumnas en un Congreso Nacional es más que meritorio y llena de orgullo a la Facultad.
Macarena Vergara Ramírez (31), es profesora de Educación General Básica, mención Lenguaje y Comunicación y Ciencias Sociales, ex alumna egresada en enero de 2021, y que desde marzo trabaja en la Escuela Armando Arancibia Olivos ubicada en la Isla Mocha.
Previo al inicio de su vida laboral actual, comenta que encontrar trabajo en el contexto de pandemia era difícil por las distintas condiciones y contextos de cada lugar. Comenzó en un Registro Público de Personas o Entidades Pedagógicas y Técnicas de Apoyo (ATE), realizando material didáctico, libros, planificaciones y actividades, mientras continuaba enviado su currículum a todo el país.
Tras un mes y medio, una amiga encontró una oferta laboral en Facebook. “A las dos semanas me llamaron, fue todo rápido, ni siquiera tuve tiempo de barajar muchas opciones. Tuve reunión con la jefa del Daem pero no me dieron mucha información sobre la isla, ni el contexto, ni la escuela, nada”, indica Macarena.
A pesar de que conoció la isla hace ocho años por turismo y entendía que las condiciones de vida eran difíciles, laboralmente no sabía cómo funcionaba la escuela. Aún así, no fue impedimento para aceptarlo y realizar todas las gestiones y trámites para el siguiente lunes ya estar establecida en la Isla Mocha. “Llegué sin nada, me tuve que conseguir casa, cosas para la casa, parándome sola, preguntando, pidiendo ayuda, pero en una semana como que todo se me dio, tuve suerte porque no es fácil pillar casa en arriendo allá y estoy en un lugar cómodo, tranquilo y con todas las condiciones básicas”, comenta.
Clases en la adversidad
El contexto actual de la pandemia COVID-19, ha modificado las clases a formato virtual usando plataformas como Google Meet o Zoom, en el caso de la Isla Mocha se realizan las clases por chat en grupos de WhatsApp. Plataforma que la llevó a replantearse cómo enseñar a través de vídeos cortos, fotos y audios, teniendo presente la mala conexión a Internet.
La Escuela Armando Arancibia Olivos tiene en total 49 estudiantes de 1ero a 8vo básico, Macarena Vergara realiza clases en Quinto con 8, en Sexto con 5, Séptimo con 8, curso que es su jefatura, y Octavo con 9. “De a poco inicie en esto de conocer a los niños y niñas por WhatsApp, cada dos semanas entregamos material físico, como guías, libros y he podido verlos”, cuenta.
Entre los estudiantes y apoderados costó entender su modo de trabajo, ya que previamente los ritmos con otros docentes sólo duraban un tiempo y no se generaba mayor lazo afectivo. Macarena ha implementado encuestas en Google Forms, para conocer la música, películas, series, actividades al aire libre que a ellos les gusta, para así conocer sus intereses e implementarlos de manera didáctica durante las clases.
El ejercicio de la labor docente ha sido un gran desafío para ella, “pero uno positivo, porque siento que pone a prueba la vocación, la decisión que tuve de estudiar pedagogía, y poder llevarlo a la praxis. Tengo las expectativas super altas de lo que puedo lograr y el congreso fue parte de buscar opciones y vías de aprendizaje, y de ese mismo camino irse nutriendo como profesora. Yo les digo a los niños ´esto es mutuo, 50% de mí y 50% de ustedes´”, cuenta.
Entre las herramientas que ha transmitido a sus estudiantes, ha hecho hincapié en que entiendan cómo ellos aprenden, desde tener un lugar, buscar como les gusta estudiar, de qué forma se concentran más, entender que hay estrategias y técnicas para estudiar y que después puedan absorber mejor los contenidos.
Seleccionadas en IX Congreso Astronómico Escolar Nacional
Macarena Vergara siempre presentó interés en las Ciencias Naturales, pese a no ser su especialidad, de forma autodidacta estudia y busca actividades en torno a la astronomía. Al llegar a la isla, una de las características que llamó su atención fue que no hay alumbrado público, lo que permite ver el cielo completamente despejado, produciendo la idea de gestionar alguna actividad.
En mayo encontró la convocatoria a participar del IX Congreso Astronómico Escolar, organizado por el Núcleo Milenio Titans de Agujeros Negros Supermasivos que integran astrónomos y astrónomas de la Universidad de Concepción, Universidad de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad de Chile, en conjunto con el Núcleo Milenio de Formación Planetaria (NPF) y el Centro de Astrofísica.
Macarena empezó de apoco a armar la postulación, “no le dije a nadie en la escuela, baje las bases y arme todo. Nos juntamos mi colega, las niñas y yo, para diseñar la propuesta que surgió del interés y curiosidad de ellas por aprender galaxias y entender conceptos”, cuenta.
“Estudiando galaxias desde Isla Mocha”, fue la propuesta presentada por Vannia Araníbar, Valentina Varela y la profesora Macarena Vergara como guía del proyecto. El interés principal es conocer la edad y el significado de los distintos colores observados en imágenes de la galaxia nube de Magallanes, junto con abordar y calcular la relación luminosidad, distancia y tamaño en relación con la ubicación.
Tras una semana de trabajo enviaron la propuesta, “no lo podía creer cuando quedamos, las niñas y sus mamás estaban felices, tuve que explicar en un consejo de profesores la magnitud. Darle esa oportunidad a las niñas de llegar arriba y decir si se puede, hay que buscarlo e intentar y abrir oportunidades de conocimientos”, señala.
En la primera etapa quedaron 15 colegios seleccionados, quienes comenzaron a desarrollar la propuesta de investigación a través de un informe que deben presentar en septiembre al jurado del congreso. Durante ese periodo tienen asignada a la asesora astronómica Katherine Henríquez, quien las ayuda con materiales, lecturas, artículos y bibliografías. Posteriormente, se elegirán 10 informes de donde saldrán los tres ganadores de la versión.
El equipo empezó a observar las condiciones aptas para estudiar los conceptos astronómicos, “conformamos tablas de criterios, cada una vive en norte y sur de la isla, y vimos que puede impedir y favorecer la observación astronómica nocturna, el relieve del cerro, viento, mucho barro, la luz o vehículos, y decidimos que ambos lugares cuentan con una buena disposición del espacio para poder hacer las observaciones”, indicó.
En búsqueda de difusión y apoyo en materiales, Macarena habló con la directora de la escuela para escribir una carta al Daem y a la Municipalidad de Lebu, contando de que las alumnas están haciendo una investigación científica y que quedaron en un congreso nacional. La respuesta fue positiva, les compraran un telescopio de alta gama y le entregarán 50 litros de bencina mensualmente para la movilización.
Macarena señala que fue muy emocionante, “va a ver un insumo nuevo para la escuela, para hacer investigaciones, proyectarnos a futuro con talleres a los otros cursos, empezar a trabajar y desarrollar área astronómica. Que se haya dado, nosotras ya nos sentimos ganadoras, y vamos a dejar una semilla que ojalá pueda florecer”, comentó.
Sobre la participación de Macarena y sus estudiantes en un congreso escolar de alta envergadura, la Jefa de Carrera de Educación Básica indicó, “es justamente el rol que se espera que estos nuevos docentes vayan a cumplir a los establecimientos, mucho se habla en términos teóricos del rol del docente como un agente transformador de la sociedad, en la medida en que nuestros estudiantes se van apropiando de este rol, llegan al sistema a transformarlo, que es lo que hace Macarena en una escuela rural, lejana. Sin duda el impacto de la participación de ella y sus estudiantes en este congreso será una experiencia inolvidable y que abrirá la visión de mundo de los estudiantes y de la escuela”, finalizó.