Durante la segunda semana de abril, la Vicedecana de la Facultad de Educación, Carolyn Fernández Branada, recibió una noticia que la tomó de sorpresa: el rector electo, Carlos Saavedra, le pidió formar parte de su equipo para asumir como la nueva Directora de Docencia de la Universidad de Concepción.
La académica accedió a una entrevista, donde cuenta cómo fue el momento en que recibió la noticia y presenta los desafíos y proyecciones de la UdeC en el área docente.
-¿Cómo reaccionó al conocer la noticia?
-Fue rápido y sorpresivo. No me lo esperaba, ya que estaba asumiendo una vicedecanatura este año, por lo que estábamos en pleno trabajo de organización y puesta en marcha de distintas unidades al interior de la facultad. Cuando me llamó Carlos Saavedra y me pidió que nos reuniéramos, yo siempre pensé que requería apoyo para conocer lo que se hacía al interior de la Facultad de Educación, y así proyectar su plan de trabajo.
-Y resultó ser algo muy diferente.
-Exactamente. Fue en esa reunión, cuando me dice que requiere mucha ayuda en cuanto al área de docencia y me comunica la necesidad de que yo tome el cargo de Directora de Docencia de la universidad.
-¿Cuál es el primer paso en su rol como Directora de Docencia?
-El primer paso será hacer un diagnóstico de lo que existe, para determinar de manera concreta nuestro trabajo. Actualmente, existe una gran preocupación en cuanto a los procesos pedagógicos que se dan en toda la universidad, ya que hay profesores que no fueron formados como profesores. Por lo tanto, uno de los focos importantes y prioritarios de este trabajo será orientar y apoyar a aquellos profesionales expertos en sus áreas, en el ámbito educativo. Esto implica un apoyo en la metodología, didáctica, proceso educativo y el trato hacia los estudiantes; es decir, todo lo que tenga que ver con el proceso de enseñar y aprender.
-¿Cómo ve actualmente a la Universidad de Concepción?
-Como una universidad importante, que avanza y está preocupada de ser una de las mejores del país; con un campus privilegiado y personal capacitado. Sin embargo, desde mi visión, ha ido descansando de alguna manera en la imagen que tiene públicamente, que si bien hoy tiene una valoración positiva, llegó el momento en donde se deben hacer cambios. Es una universidad que necesita en este minuto aumentar la proyección en todas sus áreas.
-En ese sentido, ¿cómo proyecta a la Universidad de Concepción?
-Espero una universidad mucho más abierta y participativa, con procesos democráticos más instalados, desde la perspectiva de la colaboración de todas las partes; una universidad cuyas áreas no estén tan divididas y que desde la academia se pueda representar la opinión de todos los académicos, estudiantes y administrativos. Nunca debemos olvidar que somos todos los responsables del crecimiento de la UdeC. Por otra parte, veo una universidad más innovadora, con procesos que incorporen necesariamente el uso de la tecnología, con una apertura distinta a los cambios.
-¿Cuál es el principal desafío que tiene la UdeC en cuanto a docencia?
-La innovación. Debemos pensar que estamos en una era que implica asumir que la docencia no sólo se hace con estrategias básicas o antiguas -que evidentemente también son útiles-, pero también es necesario el uso de recursos tecnológicos que hoy existen. Tenemos el gran desafío de incorporar la innovación en los diferentes procesos, por lo que trabajaremos en cómo plasmar, dentro de los márgenes de calidad, el desarrollo en las carreras, facultades y campus, que nos permita visualizar avances. Es un tremendo desafío, ya que implica pensar en la innovación de los planes de estudio, docencia y, por tanto, de cómo vamos a enfrentar esto con los profesores y especialistas que tenemos al interior de la universidad.
-¿Cómo han sido las primeras conversaciones con el actual Director de Docencia?
-Ya me puse de acuerdo con José Sánchez, quien ha tenido una apertura sumamente importante y positiva. Él de inmediato me dio espacio para reunirme con él y, por lo tanto, siento que este traspaso va a ser muy beneficioso, tranquilo y maduro, en el sentido de que ambas partes tenemos la disposición para pensar en el crecimiento de la Universidad de Concepción.
-¿Qué sensación tiene al dejar la Facultad de Educación?
-Es una mezcla de sentimientos. Me enorgullece y honra haber recibido este nuevo cargo, ya que la presencia de la Facultad de Educación en la Dirección de Docencia es un hito relevante para nuestra comunidad docente. Significa poner en el centro de la discusión y de las innovaciones, la preocupación por los procesos de enseñanza y aprendizaje en la dinámica de la educación superior, y de cómo se visualiza el rol docente en esta perspectiva más dinámica con niveles de participación activos.
Dejar atrás, por un tiempo, a mi facultad, significa una oportunidad para armar nuevos equipos de trabajo para conocer la dinámica de la gestión universitaria como sistema macro y aportar en este nuevo sello institucional, que pretende innovar y avanzar. Por otra parte, genera un sentimiento profundo de nostalgia; en este espacio no sólo he desarrollado mi carrera académica por 20 años, sino también he encontrado un lugar importante de crecimiento personal, en el cual he construido relaciones de amistad y fraternidad. Dejar a mis amigos en la relación cotidiana es, sin duda, lo más difícil ahora.
-Deben ser muchos los recuerdos y experiencias que la marcaron durante su desempeño en la facultad.
-Así es. Son muchos y todos de gran relevancia. Así como en la vida fuera de la universidad, también por dentro ocurren dinámicas cotidianas y, con ello, anécdotas, hitos, proyectos relevantes, procesos memorables, pérdidas de seres queridos, nacimientos de hijos, diseños e innovaciones donde hemos sido protagonistas, renovaciones, etc. Todo lo vivido ha sido un aprendizaje para la profesión y para la vida, lo que ha contribuido en la reconstrucción de mi identidad como académica y ser humano.
Mis recuerdos se asocian a estos momentos claves y vienen a mi memoria personas muy significativas del pasado, como Lina Barra, Manuel Gutiérrez, José Fuica, Erika Arias, entre otros. Todos y cada uno de mis pares, secretarias, auxiliares, estudiantes, han sido relevantes en este crecimiento. Me siento agradecida y feliz de todo lo que la vida me ha ofrecido.